Lo negaba, pero al final AMLO sí quiere militarizar al país. Ya envió propuesta.
En el año 2010 el entonces aspirante a la presidencia de México, a punto de hacerse candidato presidencial para las elecciones de 2012, inició una campaña para fortalecer el poder civil en el país.
“El militarismo no es la solución” señalaba un 26 de abril de 2010. Entonces se repartían carteles entre sus seguidores con la leyenda: “No a la militarización del país”.
Ahora en junio del 2021, una de las reformas constitucionales que López Obrador anunció es hacer que la Guardia Nacional sea parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Para muchos esto significa que un brazo armado del Ejército estaría en las calles, labor que le corresponde a las fuerzas civiles.
Por supuesto, el presidente de México niega que esa reforma sea para militarizar el país. Pero qué tan contundente sería ese mensaje que, hasta el Partido del Trabajo, en voz de uno de los más fervientes seguidores de López Obrador, el diputado electo Gerardo Fernández Noroña, ha dicho que ellos no están de acuerdo con esa posible reforma.
“Me parece que esta iniciativa entraría en contradicción con ese acuerdo que hicimos de cara a la nación y que el propio compañero presidente nos lo pidió, entonces yo creo que ese es un tema que tenemos que discutir; compartimos la preocupación de combatir la inseguridad, compartimos la preocupación de que la Guardia Nacional mantenga fuera la corrupción y creo que puede haber manera de lograrlo sin que se incorpore a la Secretaría de la Defensa”, sostuvo.
La excusa de López Obrador es que no quiere dejar la Guardia Nacional fracasar: “No quiero que suceda lo que pasó con la Policía Federal, que se integró y se echó a perder”, comentó.